Permanentemente buscamos la felicidad, nos miramos en los ojos de otros tratando de hallarla, escudriñamos en lo más profundo de los demás preguntando si la han visto, la rebuscamos entre otros brazos convencidos de que en alguna parte del mundo está, pero tal vez pocas veces nos percatamos de que más que un estado externo es una decisión propia y una actitud frente a la vida.
Andrés Aljure, Consultor y Coach de Comunicación y Felicidad Personal y Organizacional. Profesor de Posgrado y Maestría en Colombia, España, México, Perú y Ecuador en temas de comunicación y de felicidad, manifiesta que las las investigaciones demuestran que la injerencia sobre los niveles de felicidad de las personas está dada en cerca del 50% por factores como  creencias, hábitos y comportamientos lo que, sorprendentemente para algunos, significa que podemos aprender a ser felices. ¿Por qué? Porque tanto las creencias como los hábitos se pueden modificar.
Explica que muchos aspectos de una u otra manera influyen en la felicidad laboral, haciendo hincapié en las relaciones, el contenido del cargo y la comprensión del aporte que cada colaborador hace al logro de los objetivos organizacionales, lo que evidencia una contribución especial al secreto de la felicidad.
Y es que la felicidad más que un término de moda es una cuestión más estructural. Es así como la ONU en 2012 decreta que el 20 de marzo es el día mundial de la felicidad, impulsando a que los gobiernos contemplen dentro de sus agendas a la felicidad. En esa misma línea, países como Bután, situado al nororiente de la India con 800.000 habitantes, reemplaza al PIB (Producto Interno Bruto) por el FIB o Felicidad Interna Bruta, un indicador que da cuenta de la calidad de vida en términos más holísticos relacionados con la cultura, la ecología, el desarrollo económico equilibrado y la gobernanza. Este término fue impulsado por Jigme Singye Wangchuck, rey de Bután, en 1972 como una respuesta a las persistentes críticas por la pobreza de su país.
Elegir ser felices es una decisión libre y voluntaria. Este Consultor y Coach de Comunicación y Felicidad, se basa, entre otros enfoques, en la teoría del bienestar de Martín Seligman, Modelo PERMA:
Positive Emotion, Emociones Positivas, consiste en aumentar las emociones positivas en relación con las negativas y el impacto que éstas traen a la salud.
Engagement, Compromiso, compromiso con las fortalezas propias y la búsqueda de experiencias óptimas. El placer derivado del compromiso con las tareas propias y efectivas.
Relationships, Relaciones Positivas, habilidades de interrelación con los demás.
Meaning, Significado, es la búsqueda de sentido, significado y propósito de la vida.
Accomplishment, Logro,  son las metas que se convierten en el motor interno.
Finalmente “la felicidad es un traje a la medida” que depende de las características y circunstancias de quien lo lleve puesto. Tenga siempre presente que 10% es lo que nos pasa en la vida, personal o laboral, y 90% es lo que decidimos hacer con lo que nos pasa.
@andresaljure