Necesidades en los hogares, de vuelta a lo básico
Por: Faber Hernández Ortíz/ Investigación – Confa
Mucho se ha tratado de comparar la crisis del covid-19 con otras recientes, desde guerras mundiales hasta aquellas de ámbito económico. Ninguna se le parece, dado al corto tiempo en que se produjeron los eventos; en unas pocas semanas la mayor parte de la población del planeta entró en cuarentena estricta, miles de fábricas suspendieron la producción y otro tanto cerraron definitivamente, millones de trabajos se suspendieron, y millones más se perdieron y con ellos el ingreso de los hogares.
Como Caja de Compensación, en Confa estamos en permanente contacto con las familias, recientemente estudiamos con ellas sus principales necesidades, los hallazgos confirman lo profundo que ha calado la crisis económica en los hogares, pero también dan pistas sobre el trabajo a corto plazo que es necesario emprender.
Un primer indicador que permite ver la magnitud de lo que está sucediendo es la cantidad de familias, una de cada tres, cuyos menguados ingresos no alcanzan para comprar lo suficiente en el mercado. Y si alcanza para comprar el mercado, no para pagar los servicios públicos, una de cada cinco familias está enfrentando esta situación. Así, más de la mitad de los hogares no alcanzan a cubrir gastos tan básicos como la alimentación, el agua o la luz.
En este orden de ideas, si los ingresos no alcanzan para lo básico, es difícil que se puedan honrar los compromisos financieros: muchos dijeron que lastimosamente no les alcanza la plata para pagar esas deudas, por lo que es previsible que la cartera morosa, una vez pasen los períodos de gracia, tienda a subir rápidamente y los nuevos créditos a restringirse.
Y no es que antes de esta pandemia todas las familias pudieran cubrir sus gastos básicos y sus deudas, el gran aumento de hogares en esta situación y las proporciones actuales de este fenómeno es lo que genera mayor inquietud.
Como es apenas lógico, en este momento, y quizás será así el próximo año (2021), tener más ingresos es lo primero que piensan las familias para mejorar su calidad de vida. Y aunque los subsidios monetarios y en alimentos han sido primordiales en la coyuntura actual, las familias piensan especialmente en tener un empleo que les procure esos ingresos de forma suficiente y estable en el tiempo.
Sumado a lo anterior, es llamativo comprobar que la crisis ha afectado la calidad de vida de todos los hogares: en el reciente estudio todas las familias consideran que hay algo que podría mejorar su calidad de vida, en anteriores una de cada cinco manifestaron que todo estaba bien y no necesitaba nada.
De otro lado, en aquellos hogares donde el tema de empleo e ingresos está resuelto, en lo siguiente en que se piensa para mejorar su calidad de vida es en tener vivienda propia. Y no es solo la percepción de las personas acerca de que tener una casa propia mejorará su calidad de vida, la vivienda propia es además la principal aspiración familiar y lo que más aumentaría su felicidad.
En el imaginario de las familias, la vivienda propia otorga estabilidad, identidad y unión familiar. La relación de la vivienda propia con estos valores familiares donde radica su importancia para la calidad de vida y la felicidad.
Continuando con la felicidad, ya se mencionaba que tener casa propia se considera algo que la aumentaría. Casi a la par, en cuanto a proporción de familias, se menciona el tener más ingresos como fuente de felicidad; y si agregamos aquellas que aducen que su felicidad aumentaría teniendo o mejorando el empleo, encontramos que en estos momentos el mejorar los ingresos de las familias sería el factor que a mayor número de ellas ayudaría a ser más feliz. Ya lo decía Aristóteles que es preciso que el cuerpo esté sano y se le den alimentos, por ello mismo Bertrand Rusell advertía que para hablar de felicidad primero debían existir “…ingresos suficientes para procurarse casa y comida, y la salud necesaria para dedicarse a todas las actividades corporales corrientes”.
Otro factor que ayudaría a incrementar la felicidad, expresado por los entrevistados, es la unión y la estabilidad de la familia, elemento común en estudios de este tema, y que también puede agregarse a los ítems ya mencionados. Un último elemento en este listado de cosas que ayudarían a mejorar la felicidad es mantener o mejorar la salud propia o de la familia. Esta es otra de las aristas de esta crisis, la relevancia y la preocupación por los aspectos de salud, algo positivo que abre una ventana de oportunidad para trabajar en la salud preventiva.
Para finalizar, les pedimos a nuestros afiliados que nos contaran, de acuerdo con sus necesidades, en qué debería priorizar la Caja. Siendo coherentes con lo declarado, en primer lugar esperarían que Confa les ayude en todo lo relacionado con tener su casa propia. Es un tema que también ha estado presente años atrás pero que presentó un aumento considerable, parece que los largos períodos de confinamiento en casa han acrecentado la necesidad de una vivienda donde estar tranquila y cómodamente en familia.
Otros dos temas muy significativos y que son novedosos son: el aumento de la cuota monetaria y los subsidios o bonos para el mercado. Muy congruentes con la crisis por covid-19 que en las familias se ha sentido especialmente en el tema económico y que está afectando hasta lo más básico, como es la alimentación.
Cabe mencionar tres aspectos que también son importantes, y que no mostraron ningún cambio en esta ocasión: las facilidades para acceder a créditos, los apoyos para educación superior y temas de empleo.
De acuerdo con lo anterior, hasta los primeros meses del próximo año, van a ser necesarias las ayudas de tipo asistencial que alivien el descalabro económico que ha traído la pandemia para las familias, fruto de estar en aislamiento y con poca actividad. El empleo, la otra prioridad en lo económico, se reactivará poco a poco y tendrá rezagos mayores para alcanzar los niveles previos. A mediano plazo las prioridades para las familias, y para todos los que trabajan por su calidad de vida, siguen siendo la vivienda, la educación, esta vez la educación superior y poder contar con la financiación para apalancar sus propósitos.
En esta crisis sanitaria y económica, que ha generado la pandemia del Covid-19, todos hemos perdido de un modo u otro. Sin embargo, es innegable que entre quienes se han llevado la peor parte están las familias que han sufrido la pérdida de empleo y una merma importante de sus ingresos y de su capacidad de consumo, tanto que necesidades tan básicas como la alimentación empiezan a no ser suplidas.
Se hace indispensable identificar estos hogares y llegar a ellos con ayudas tales como dinero en efectivo, mercados y subsidios para arrendamiento, entre otras. Estos auxilios deberían extenderse hasta que se pueda recomponer el tejido económico maltrecho por la pandemia y las familias puedan recuperar sus ingresos. Es en estos períodos de grandes dificultades cuando, como sociedad, más debe aflorar nuestra solidaridad con los grupos más afectados.
Artículo basado en la investigación: Identificación de necesidades en los hogares afiliados a Confa
Fecha de realización: febrero – agosto de 2020
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