Atención de la primera infancia en Manizales: logros, tareas pendientes y desafíos

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Atención de la primera infancia en Manizales: logros, tareas pendientes y desafíos

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La primera infancia, que comprende a niños entre los 0 y 5 años, es la etapa del ciclo vital en la que se establecen las bases para el desarrollo cognitivo, emocional y social del ser humano, por lo tanto, la atención que reciban los niños en este momento de la vida es fundamental para su desempeño familiar, escolar y social.

Hoy en día la atención de los niños está segmentada de acuerdo con su edad, de un lado los niños menores de cinco años en su mayoría, acceden a los programas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en tanto los niños mayores de cinco años son atendidos por el sistema educativo formal (público o privado), a través del grado transición.

Cuando se habla de la atención a la primera infancia se deben tener en cuenta dos aspectos: el primero es la cobertura, que  habla del acceso de los niños a una oferta pública o privada, y el segundo es la calidad de esa oferta, que dice si los niños son  atendidos según sus necesidades, buscando potenciarlos para que alcancen un buen desempeño escolar, familiar y social.  

En cuanto a la cobertura habrá que decir que existe una oferta pública y privada suficiente para atender la demanda de los hogares, a este hecho se suma que la cantidad de niños en la ciudad disminuye año tras año: en el año 2018 se presentaron 1.300 nacimientos menos que en el 2008, es decir cada año son cerca de 130 niños menos en las aulas.

Frente a la calidad, el panorama es diferente. Veámoslo a través de un ejemplo cotidiano: María es una niña de cinco años, cuando tenía dos años sus padres la ingresaron a un Centro de Desarrollo Infantil (CDI) localizado en su barrio. En el CDI la atención estuvo centrada en el cuidado, protección y la garantía de sus derechos; los padres estaban tranquilos porque su hija recibía una buena alimentación y cuidado, socializaba y jugaba con sus pares, siempre bajo la tutela de una madre comunitaria. Cuando María ingresó al grado transición en la institución educativa de su sector, la profesora empezó a notar que tenía algunas deficiencias en su desempeño escolar, evidenciadas en su lenguaje y en sus habilidades cognitivas. Cuando la maestra se reúne con los padres de María les expone esta situación, en el diálogo que sostienen queda demostrado que a la niña le faltó una mejor estimulación pedagógica previa a su ingreso a la escuela. Como María son muchos los niños que tienen inconvenientes para lograr un buen desempeño escolar por causa de la formación recibida en los primeros años de vida.

Otra de las dimensiones de gran importancia dentro del concepto de calidad de la educación inicial y que poco se trabaja, es el aprendizaje socioemocional, uno de los pilares de todo el proceso formativo de los seres humanos, base para el aprendizaje social, emocional y cognitivo. Como sucede con las otras dimensiones de la calidad, el agente educativo bien formado es fundamental para lograr que no solamente los niños, sino también sus familias, gestionen de manera adecuada sus emociones. 

Las ventanas de aprendizaje que los niños presentan en la primera infancia son la base para los aprendizajes posteriores, de ahí la importancia que los niños reciban a más temprana edad una apropiada intervención pedagógica de manera lúdica e intencionada, esta estimulación debe ser suministrada por agentes educativos cualificados y acompañados en los procesos de desarrollo de los niños. 

En síntesis, en Manizales, en cuanto a la atención y educación a la primera infancia se tiene un buen panorama en términos de oferta y cobertura; en calidad se aprecia una buena atención y cuidado de los niños, no obstante la calidad va más allá de estos aspectos y es necesario fortalecer las habilidades y destrezas cognitivas y socioemocionales de los mismos. Para ello es indispensable que se articulen los esfuerzos de las entidades que velan por la atención y desarrollo de los niños, ICBF, Secretaría de Educación e instituciones privadas. Del mismo modo, es de vital importancia cualificar a los agentes educativos que atienden estos niños, ellos son primordiales en  su desarrollo.